Reflexiones desde las experiencias de consulta previa
¿Qué clase de trabajo está realizando su organización para la autoidentificación
en el proceso de los censos nacionales del 2017?
La autoidentificación es un tema muy complicado debido a la carga despectiva
de indio, cholo y raza. Las personas nos suelen decir: «Yo soy campesino y no
pueblo indígena, porque ser indígena es ser otra vez esclavo o bien como me
llamaba mi patrón». Todavía esas palabras se mantienen y es un reto para
nosotros en la parte andina y también en la parte amazónica. Cuando hemos
estado en el río Momón, nos decían: «Somos comunidad campesina» y no decían:
«Somos pueblos indígenas». Igual, cuando sondeábamos a los hermanos de la
organización indígena Conap, que venían de regiones colindantes con Colombia,
nos señalaron que se sentían como comunidades campesinas. Entonces, hay
un trabajo pendiente para todas las organizaciones y el Estado. Todos tenemos
derecho a informar a los hermanos por qué nos tenemos que identificar,
indagando más allá del lugar de procedencia. Tenemos que reconocer que los
pueblos venimos de nuestras costumbres, de nuestros padres, nuestros abuelos y
nuestros antepasados.
El Estado está en su deber de hacer campaña de difusión, pero está quedándose
atrás. Nosotros estamos trabajando para que el Estado identifique correctamente
a los pueblos, para que posteriormente sean consultados cuando se prevea que
se afectarán sus derechos, ya sea por medidas administrativas o legislativas.
La CNA está realizando, además, esfuerzos para fortalecer a nuestras bases y en las
capacitaciones estamos siempre trabajando también el tema de autoidentificación
étnica. Promover la autoidentificación es fortalecer a nuestras bases y a nuestra
organización. Nosotros hemos elaborado metodologías, hemos tenido talleres
de visibilización, y sobre esa base hemos hecho un informe de sistematización
para poder presentar propuestas metodológicas para la identificación de pueblos
indígenas en el marco de los censos nacionales. Además, estamos haciendo
un trabajo de sensibilización con diferentes actividades. Por ejemplo, estamos
preparando campañas radiales de autoidentificación en regiones focalizadas de
Apurímac, Cañete, Cusco, Moquegua y Puno. También hemos organizado con
nuestras bases en Puno un pasacalle y feria para sensibilizar a la opinión pública.
Pero el trabajo de autoidentificación no lo vamos a hacer solos, tenemos que
articularnos con otras organizaciones, con los gobiernos regionales, los alcaldes
interprovinciales, el Gobierno nacional. Todos tenemos que trabajar en esto, porque
si no, vamos a ser invisibles en el censo. Nos preocupa que el censo logre identificar
mayoritariamente a pueblos indígenas u originarios de la Amazonía que sí hablan
lenguas indígenas, pero no se identifique a los pueblos andinos, que en algunos
casos han dejado de hablar quechua o aimara. Para nosotros, el reconocimiento
de cuatro pueblos andinos por el Estado —aimara, quechuas,1 uro y jaqaru— es
una oportunidad que puede facilitar la autoidentificación de los pueblos andinos.
1 El plural se debe a que el apelativo “quechua” es utilizado de manera genérica para agrupar a
diversos pueblos quechuas, como lo son los kañaris, los wanka, los chanka, los yanawara, los
q’ero, etcétera.
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