La IMPLEMENTACIÓN del DERECHO a la CONSULTA PREVIA en PERÚ
las cuestiones de reglamentación. Antes tal vez no teníamos idea sobre estos
temas. De reglamento hablábamos porque la comunidad o una organización
tienen su reglamento, pero no pensábamos en la reglamentación de la ley para
que funcionara mejor. Creo que esto también es una oportunidad que debemos
aprovechar y saludar que el Estado, poco a poco, está dando apertura a nuestra
participación, considerándonos como ciudadanas, porque antes no le importaba.
Beatriz
La participación en las consultas me ha hecho, y pienso que a las demás
hermanas también, sentirme segura en conocer estas leyes y poder discutir con
tranquilidad y seguridad. Tener todo el material y leerlo, más que todo respecto a
la Ley de Consulta, me ha ayudado para poder participar y estar segura sobre los
documentos internacionales.
Lo importante en los procesos de consulta es que se tiene que discutir lo político y
lo técnico. Técnicamente, en base a qué leyes nos protegen a nivel internacional
y nacional; y en lo político, discutir en base a la cosmovisión del pueblo indígena.
Estas dos cosas son con lo que se tiene que discutir en las consultas.
Ketty
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Nos ha permitido fortalecernos como lideresas y conocer mejor, como dice
Beatriz, el Convenio 169 y los otros instrumentos legales. Con ello hemos podido
ir avanzando poco a poco como mujeres, a pesar de las dificultades y cumpliendo
nuestros diversos roles, hemos tenido que ir asumiendo todos estos espacios.
La participación de las mujeres indígenas en los procesos de consulta es aún
escasa. Sin embargo, la experiencia de Onamiap da luces sobre los diferentes
aspectos que hay que mejorar y profundizar para facilitar esta participación.
Aspectos que van desde la necesidad de fortalecer las capacidades de las mujeres
y sus organizaciones, mejorar el diálogo intercultural, que las y los funcionarios,
como señaló Gladis Vila en otro momento, «aprendan no solamente a conocernos,
sino también a reconocernos como pueblos indígenas que tenemos derecho
a tener derechos», así como la necesidad de que las propias organizaciones
representativas abran espacios para una participación más equitativa, que los
acuerdos tomen en cuenta las necesidades y demandas específicas de las mujeres.
4. Las lecciones y logros
Todo proceso —más aún estos que han significado arduo trabajo, mucho
compromiso y movilización— deja lecciones fundamentales para las
organizaciones. Asimismo, se constituye en clave para mirar los futuros procesos
y tener mejor y mayor participación como mujeres, y más capacidades para
plantear propuestas.