Reflexiones desde las experiencias de consulta previa
pasen por una capacitación técnica sobre los temas que abordará el proceso
de consulta.
Asegurar un adecuado número de representantes de los pueblos
indígenas u originarios
Debería haber un número mayor de representantes por pueblo, pues se debe
considerar que hay comunidades o pueblos muy numerosos para tener solo dos o
tres representantes. De igual modo, considerando que la información que se debe
transmitir al pueblo es mucha, el número de representantes es muy poco, pues
cada uno de ellos deberá asimilar gran cantidad de información técnica.
Los pueblos indígenas u originarios deben organizarse para participar
en los procesos de consulta
Los pueblos indígenas u originarios deben organizarse para que la misma persona
los represente desde las primeras etapas del proceso hasta el final. Esto asegurará
una mejor comprensión de la información y facilitará el seguimiento del proceso,
lo cual es un gran reto, porque este representante debe dedicarse a tiempo
completo a participar en el proceso, dejando de lado sus propias actividades.
Además, los pueblos indígenas u originarios requieren tejer alianzas estratégicas
para explicar en qué consiste el proceso de consulta y el contenido de la medida
que se consultará, así como también conformar un equipo compuesto por
mujeres, jóvenes y sabios, además de los hombres, de modo que se asegure la
participación de esta parte de la población.
Los pueblos indígenas u originarios necesitan un acompañamiento
técnico y legal durante todo el proceso de consulta
Considerando que existen algunos términos que son nuevos para los pueblos
indígenas u originarios, comprender la medida y hacer una propuesta requiere
un análisis muy complejo. Esta situación evidencia la necesidad de los pueblos
indígenas u originarios de contar con asesores en los procesos de consulta.
Además, garantizar el acompañamiento de asesores durante estos procesos es
de vital importancia para asegurar no solo una buena participación por parte de
los pueblos indígenas u originarios, sino, además, porque la falta de comprensión
de la medida consultada y sus implicancias no garantiza la sostenibilidad de los
acuerdos. Lizardo Cauper afirma que «cuando no hay asesoría y no hay una
orientación, las comunidades firman cualquier acuerdo […]. Eso se ha visto y
después las comunidades lo desconocen».
Aunque la participación de los asesores es necesaria, muchas veces no es
considerada por la entidad promotora, que no provee toda la logística requerida
para contratar a profesionales especializados en la materia de consulta, sobre
todo cuando ello no ha sido planificado con anticipación. Para evitar que los
pueblos indígenas se queden sin la asistencia técnica que corresponde, Lizardo
Cauper plantea que se debería crear un fondo de emergencia específico, destinado
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