La IMPLEMENTACIÓN del DERECHO a la CONSULTA PREVIA en PERÚ y de aprendizaje, en relación con pueblos indígenas u originarios. El objetivo de nuestra argumentación es presentar los asuntos educativos de la sociedad actual desde la perspectiva de actores que están comprometidos con el diálogo intercultural, para ver en qué medida el proyecto oficial de EIB corresponde a sus expectativas de una «educación de calidad». 216 En general, llama la atención el gran interés y la sensibilización de todos los actores entrevistados en cuanto a las preguntas educativas.17 No siempre se alude de manera explícita al término de la EIB, y cuando se hace, se limita a la visión institucional que encontramos en los documentos oficiales. Sin embargo, todos los actores señalan aspectos de enseñanza y aprendizaje según «una definición crítica» de la EIB (Zavala y Córdova 2003): la importancia de la lengua primera (L1) en el proceso de aprendizaje y también como objetivo del aprendizaje, la valoración en el proceso de aprendizaje de la segunda lengua, de la labor educativa realizada en las propias familias y comunidades, y de saberes idiomáticos ya adquiridos en la L1; la inclusión de saberes propios de las comunidades en los currículos, la reescritura de la historia oficial, abriéndola a las historias locales y la perspectiva minoritaria; la valoración de las prácticas y de los conocimientos culturales familiares y comunitarios para el proceso de aprendizaje formal; una concepción viva, no folclórica, de la cultura; la aplicación de criterios de evaluación pertinentes tanto desde el punto de vista comunitario como institucional, el reconocimiento institucional de los maestros de EIB y la protección de los actores de EIB frente a la discriminación. Estos actores entienden la EIB como un proyecto de inclusión de la diversidad no solo cultural, sino también de género y generacional. Sin embargo, pocos actores señalan que la EIB debía entenderse como un proyecto que concierne no únicamente a las minorías, sino a toda la sociedad, como lo explica un representante shipibo-konibo de una ONG regional que elabora materiales de EIB: «Nos llaman analfabetos, iletrados, nos llaman brutos burros. Pero yo soy bruto burro en SU cultura. Pero ellos son más brutos y más burros en MI cultura. Yo entiendo a ellos. Yo hablo su idioma. Yo me comporto como ellos, yo actúo como ellos. ¿Pero acaso ellos actúan como yo? ¿Acaso ellos hablan por lo menos mi lengua? ¡No! Entonces ¿quién es bruto quién es burro o quién es quién?» (Suárez 2016). Es interesante observar que la gran mayoría de los actores entrevistados, independientemente de su posicionamiento como indígenas o no, demuestran un nivel importante de competencia intercultural: todos se adaptan a la terminología oficial especificada en la sección 3.1 del presente artículo, muchos se refieren a resultados científicos y teorías académicas, pero la gran mayoría también ilustra sus propósitos con ejemplos concretos y anécdotas del propio contexto peruano local en el que viven, y los explican a su interlocutora europea. En las entrevistas, 17 Hay que subrayar, sin embargo, que entre los actores entrevistados en las dos regiones andinas de Cajamarca y Huancavelica, el nivel de sensibilización y capacitación en temas de CP y de EIB es menor.

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