Reflexiones desde las experiencias de consulta previa
describen el rol de los sabios en materias de salud, educación y gobernanza; dan
ejemplos de la importancia del diálogo con la naturaleza —se cita el caso del
pájaro chikua, que cantando desde arriba advierte a los miembros de la cultura
shipibo-konibo18—, e introducen términos propios de sus idiomas respectivos —
por ejemplo, cutipado de la boa (Gordón 2016),19 pajonki (Marcos 2016)20—, así
como enunciados enteros en quechua.
Contrariamente al enfoque educativo «objetivo» mantenido en el PNEIB,21 en las
entrevistas de los diferentes tipos de actores se considera explícita e implícitamente
el sentir como una dimensión legítima en el planteamiento de políticas educativas.
Como parte del proceso de aprendizaje, se busca curar heridas abiertas por
prácticas discriminatorias o de exclusión y marginación; se exige el reconocimiento
del otro como persona, no obstante sus características particulares; y se articulan
deseos de paz y convivencia armoniosa tanto como temores de que se produzcan
nuevas tensiones sociales o violencia. Los actores valoran los ambientes en los que
se logró establecer relaciones de confianza y amistad, y estas se producen tanto
entre representantes de diferentes pueblos indígenas como entre representantes
institucionales e indígenas.
Encontramos una clara reproducción explícita de la categorización
institucionalmente promovida de nosotros versus ellos, indígenas versus mestizos
—en la terminología de actores que se identifican como indígenas— o noindígenas —en la voz de actores que no se posicionan como indígenas—. Sin
embargo, el análisis lingüístico de las entrevistas no permite oponer discursos
típicamente indígenas o mestizos/no-indígenas. También hay que subrayar que
no se puede establecer una frontera clara entre actores institucionales y civiles,
ya que muchos actores son a la vez activistas para la causa indígena —siendo
indígenas o no— y funcionarios. Mientras el compromiso con las comunidades
indígenas y la sociedad civil en su conjunto es absoluto en todos estos actores,
independientemente de su adhesión cultural formal, están más cautelosos al
posicionarse frente a la institución, aun si la representan. A menudo, durante la
entrevista los actores institucionales prefieren hablar como personas civiles, lo que
demuestra cierta incomodidad frente al Estado y sus mecanismos.22
Todos los actores mencionan críticas tanto de la acción estatal como de las
actividades indígenas. En materia de EIB, actualizan los mismos deseos que ya
fueron documentados en un estudio etnográfico de Patricia Ames publicado en el
2002: la provisión de material de calidad, bien redactado, así como de personal
e infraestructura escolar; y también la pertinencia de los contenidos enseñados,
18 Entrevista con el representante de una organización regional de Aidesep.
19 Según la cultura shipibo-konibo, ‘dolores en las piernas por haber pisado el camino de la boa’.
20 ‘Gracias’ en asháninka.
21 Con la excepción de las alusiones al «buen vivir andino» y «la vida plena amazónica» integradas
en el proceso de CP.
22 Eventualmente, esta se puede explicar por el inminente cambio de Gobierno en el momento de la
entrevista.
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