La IMPLEMENTACIÓN del DERECHO a la CONSULTA PREVIA en PERÚ
De los procesos implementados, vemos que en las consultas sobre hidrocarburos
y minería hay algunas comunidades que ya cuentan con experiencias previas
de explotación de estos recursos; pero, en otros casos, es la primera vez que en
sus territorios se ejecutará este tipo de proyectos, por lo que necesitarán mucha
información técnica para comprender la actividad que se ejecutará.
Si bien durante los talleres informativos se les explica en qué consisten estas
actividades y cuáles son sus impactos, un taller informativo no se equipara con el
conocimiento técnico que poseen los funcionarios, que vienen trabajando en estas
actividades desde hace años. La idea no es que los pueblos se vuelvan expertos
en el tema, pero sí que conozcan lo relevante para tomar una decisión informada
y que cuenten con asesoría técnica que los apoye en cuestiones complejas a lo
largo del proceso.
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Para los pueblos indígenas u originarios, la experiencia de contar con asesores no
ha sido una constante en los procesos de consulta; solo para algunos procesos
—principalmente los de hidrocarburos—, la entidad promotora les ha brindado
apoyo en pasajes y viáticos, y únicamente en la etapa de evaluación interna. En
otros, las organizaciones indígenas o las ONG han brindado a sus técnicos como
apoyo a los pueblos consultados. Y en algunos casos, como en los procesos de
minería, los pueblos indígenas u originarios no han solicitado ni contado con el
aporte de asesores, cuando en otros procesos han participado varios de ellos
debido a lo emblemático del caso (lote 192).
Así, el tema de los asesores queda a la voluntad y recursos disponibles de la entidad
promotora, de las posibilidades de los pueblos de cubrir los costos de la asesoría —
por sus propios medios o con la ayuda de terceros— o de lo emblemático del caso.
En otros países, como Chile y Colombia, sí se garantizan los servicios de asesores
para los pueblos indígenas u originarios en todos los procesos de consulta. Como
lo señaló un representante indígena quechua de Chile, «si existe asesoría, es porque
nosotros la exigimos, porque entendimos que es asegurar información confiable y
esto nos ayuda a subir el estándar del diálogo».
La asesoría técnica es esencial en los procesos de consulta, ya que hay mucha
información que es necesario comprender y evaluar, o información abundante
en diferentes áreas de análisis. Explicar en qué consiste una concesión minera,
la explotación de hidrocarburos, el dragado de un río o la revisión de extensos
contratos o términos de referencia (TDR) implica, desde luego, la necesidad de un
acompañamiento técnico. El proceso de consulta al Reglamento de Ley Forestal
y de Fauna Silvestre (RLFFS) implicó, por ejemplo, no solo analizar cuantiosa
información forestal disgregada en políticas, leyes y directivas, sino también
analizar información vinculada a titulación, sanciones, penalidades y pagos de
impuestos, entre otros.
Estas complejidades a veces son tan grandes que requieren equipos técnicos
especializados en diversos temas, como el equipo técnico que constituyó la
Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) para la consulta
al RLFFS, el equipo técnico para la consulta del lote 192, o el equipo de asesores
que se formó para la consulta de la Hidrovía Amazónica. Estos equipos técnicos