Protocolo Autónomo–Mandato- del Pueblo Arhuaco- de la Sierra Nevada de Santa Marta para el relacionamiento con el mundo externo incluyendo la consulta y el Consentimiento previo, libre e informado alteración de las características naturales de los arboles como injertos o manipulación transgénica y la alteración de la vegetación en la Sierra.  El Ayu originario de la Sierra Nevada cumple una función dentro de nuestra espiritualidad como Pueblo Arhuaco; la planta de coca considerada como la madre de las plantas se utiliza como la llave para entrar en comunicación con el mundo espiritual y hace parte de la identidad cultural. El Ayu de la sierra es distinto a los otros Ayus de Ecuador, de Bolivia de Perú, por lo que no se debe sembrar aquí. Es el desorden humano que ha llevado a condenar a la planta.. No es por tanto la planta la que hay que erradicar sino las malas prácticas humanas que han llevado al desorden, al trasladar plantas de otros lugares y darles usos que no son los naturales. Por esta razón, la fumigación no es una solución al tema de las plantaciones de coca, sino la regulación de las personas que alteran los usos.  Los espacios de reproducción de los animales, los peces, las aves, los insectos debe mantener sus características naturales para garantizar la reproducción de la vida. La permanencia y buena salud de los espacios donde se reproducen y donde se establece la vida de los animales es necesaria para mantener su kunsamu. Por tanto, los ciclos naturales de reproducción de los animales tampoco debe ser alterados, las inseminaciones, los suministros de hormonas que alteran los ciclos naturales de los animales y otros procedimientos artificiales no son permitidos en la SNSM. En este orden,, los animales tampoco serán alimentados con productos alterados o manipulados industrialmente.  Es necesario mantener el orden de la Ley de Origen en el orden social de las personas para garantizar la protección de la Línea Negra y sus espacios sagrados. La resolución de un conflicto entre personas trasciende lo material y sus causas últimas deben buscarse en el plano espiritual, donde se origina el 92

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